Ganador del Concurso Nacional de Artes Visuales Pasaporte para un artista 2021
Instalación
Los vínculos afectivos son tan antiguos como la gente, a partir de ellos formamos nuestra historia, tanto personal como colectiva. En Todo se cosecha se reflexiona sobre la práctica agrícola y la vida en comunidad, como pilares del desarrollo humano. Aquí, la experiencia e interacción corporal convierten al espacio expositivo en un ambiente que permite establecer vínculos afectivos a través del cuidado al otro, Aquella convivencia que no es exclusiva entre personas, pues involucra a toda entidad que forma parte de nuestro entorno. Y así, reconectar con el origen comunitario del Abya Yala.
En una primera instancia, a partir del conocimiento ancestral se evoca al sol, la lluvia o el arcoiris para referir a las relaciones y circunstancias ambientales necesarias para garantizar un buen ciclo de cosecha, por consiguiente asegurar el buen vivir en los diversos grupos humanos. El uso de la arcilla, la tierra, o incluso de los propios procesos de cultivo y riego confluyen en la escenificación de un paisaje agrícola, donde las fuerzas naturales y el trabajo humano se encuentran en plena acción. La inmersión en este escenario es una invitación a comprender la importancia de garantizar el equilibrio entre fenómenos naturales y relaciones humanas para asegurar la continuidad de la vida.
Como complemento, en una segunda etapa el proyecto presenta la síntesis de una construcción comunal, la maloca, donde se permite celebrar, aprender, compartir y dialogar. El diseño de la estructura responde a crear un espacio líquido, donde el mobiliario está dispuesto a la transformación física con el fin de adecuarse a las particularidades de determinadas interacciones humanas. Así como la maloca, en este espacio el espectador explorará la vida comunitaria, aquella dimensión que los procesos coloniales interrumpieron, y la cual, no hemos podido recuperar en la actualidad por haber configurado nuestros modos de ver en base al desarrollo occidental.
Por medio del afecto, lo tropical y lo comunitario, Todo se cosecha es una reflexión personal sobre las complicaciones que el pensamiento contemporáneo y eurocéntrico genera en nuestra sociedad actual. Para revertir la relación vertical que hemos creado con el antropocentrismo, es imperativo volver a insertarnos en lo natural para encontrar respuestas reales a las crisis ambientales, sociales y sanitarias de nuestra época. Esta solución la encontraremos al entendernos desde lo plural, que supone encontrar cosas en común que necesiten de soluciones colectivas, aquí se presenta otro intento de encontrar aquellas salidas que deben partir de deconstruir nuestros modos de ver y apostar por la autonomía y el buen vivir.