Instalación
Cada uno de los siete principios, que en 1977 el filósofo francés Michel Foucault escribió en el prefacio para la primera edición en inglés del libro El Anti-Edipo. Capitalismo y esquizofrenia de Gilles Deleuze y Félix Guattari, serán transcritos en cinco obras realizadas en colaboración: dos tejidos y tres mates. Los tejidos han sido realizados en lana de oveja por la maestra tejedora Elvia Paucar en el estilo San Pedro de Cajas. A su vez lxs artistas Amelia Veliz, Clotilde Reina Nuñez y el maestro Pedro Veli han realizado, cada uno, un mate en el estilo denominado primavera. El diseño para cada pieza parte de la apropiación de algunos carteles y portadas de periódicos y libros realizados entre 1919 y 1929 por artistas y diseñadores pertenecientes a las vanguardias históricas europeas, como los húngaros Lajos Kassák y Vilmos Huszár (uno de los fundadores del movimiento De Stijl), los rusos Liubóv Popova y Alekséi Gan, los alemanes Karl Peter Rohl y Walter Dexel, el neerlandés Piet Zwart, el ucraniano Vasili Yermilov y el checo Karel Teige.
No es la primera vez que recurro a diseños realizados por artistas de vanguardia europeos de la década de los 20 del siglo pasado. Mis series de tejidos Imaginarios del subdesarrollo y PAROLIBERISMO, realizadas ambas en colaboración con Elvia Paucar entre 2015 y 2020, se basaron en diseños de afiches, portadas de revistas y libros o uso de isotipos diseñados por Augustin Tschinkel, Gerd Arnzt (vinculados ambos a los “Progresistas de Köln”), Władysław Strzemiński, Konstantin Biebl o El Lissitzky.
Volviendo a Foucault: a pesar de la brevedad de su texto -apenas cuatro páginas- El Anti-Edipo: una introducción a la vida No-Fascista se ha convertido en uno de sus escritos fundamentales. Trascendental para algunos intelectuales, principalmente por su enorme lucidez y contundencia para llamar la atención sobre los peligros del fascismo, visto no como la ideología propia de un grupo de extremistas y trastornados sino señalando al totalitarismo que es común a cualquier individuo: “el que está en todos nosotros, en nuestra cabeza y en nuestra conducta cotidiana, el fascismo que nos hace amar al poder, desear aquello mismo que nos domina y nos explota.”
Para “vivir contra toda forma de fascismo” Foucault propone siete principios –“Libera la acción política de toda paranoia unitaria y totalizante” o “Desarrolla la acción, el pensamiento y los deseos por proliferación, yuxtaposición y disyunción, y no por subdivisión y jerarquización piramidal”- siendo el último de ellos “No te enamores del poder”.
Este último principio contiene toda la esencia del discurso de Foucault: el conflicto y la lucha interna en un individuo como consecuencia del encanto que su propio poder puede ejercer sobre él están situados al mismo nivel que el combate de esa misma persona contra un poder mayor, institucional, sistémico, trascendental. Foucault califica de fascista al deleite interior que todos encontramos en el ejercicio del poder y que está continuamente anhelando expresarse.