La ficción y la cartografía se conjugan en las obras de Alexandre Cornet para crear un mundo imaginario donde la ciudad moderna convive con seres mitológicos, salvajes y ancestrales. El ejercicio de la ficción le permite al artista crear mundos desde su propia percepción, mientras que la práctica cartográfica, representación visible de estos mundos, le permite plasmarlos a través de minuciosas gráficas lineales.
La migración agudizó sus sentidos y esto le permitió descubrir escenas únicas para luego conectarlas y reinterpretar la realidad de una forma idealizada. El anhelo de vivir en un mundo de armonía entre la naturaleza y lo ancestral lo llevó a trasladar la magia de ambos al mundo moderno. Sus obras reflejan su admiración por lo salvaje, lo genuino y lo que no ha sido manipulado. En ellas, se busca retar al espectador, llevándolo a cuestionarse, sentir curiosidad y despertar una mente crítica para liberarse de lo establecido.
El resultado de su trabajo es una nueva cartografía de valores, representaciones y afectos que le dan otro sentido a la realidad, donde lo menos valorado es reivindicado a través de personajes míticos y ancestrales que conviven con lo contemporáneo.
Curaduría: Diana Guarderas.