La fotógrafa peruana Luciana Merino Coca inaugura su primera individual, un encuentro entre lo familiar y lo rara vez imaginable. “Entre océanos” estará en el aula 105, de la Alianza Francesa, desde este 15 de octubre.
Un espacio ya conocido es muchas veces una invitación a reorganizar ideas. Acumular hace necesario reconectar. “Entre océanos” se configura, así como un punto de entrada al universo de la artista, a su afán por salvar ciertas imágenes de la invisibilidad cotidiana y por encontrar una experimentación de realidad a través de la re contextualización de fotografías quizás olvidadas en su significado.
Si fotografiar es embalsamar un recuerdo, toca cuestionar qué es lo que queda preservado cuando un momento familiar queda en el abandono. Durante una estadía en Río de Janeiro durante 2019, Merino encontró en un espacio de objetos recuperados negativos de fotografías familiares, los recuerdos de un día de playa, algunos retratos, espacios; solo vestigios, no más que huellas de luz. Esta instalación es un trabajo re interpretativo sobre recuerdos ajenos. Las imágenes no positivadas fueron colgadas alrededor de la sala. Sobre ellas, proyecciones del Pacífico comparan mar y familia. Con el mar de La Punta, que es tanto presente como recuerdo de infancia de la artista, proyectado encima, las fotos han recobrado movimiento al punto de volverse metáfora (si se quiere) del flujo del tiempo sobre las personas, pero sobre todo se han convertido en objetos de significancia para todos los presentes.
No es más una familia o la huella de un retrato. Es la alegoría que quiera leerse, la familia de todos, los recuerdos nuevos formándose.
La reconstrucción de la imagen distorsionada por la falta de luz y por la luz proyectada encima es obligación del espectador.